El mundo de los suplementos puede parecer una jungla. Pero si corres tu primera media maratón, ¿necesitas tomar algo? ¿cuáles realmente ayudan?
En este artículo te explico los más útiles, los prescindibles y los que directamente no necesitas tocar ni con un palo.
🏆 Suplementos con evidencia para mejorar el rendimiento
Estos suplementos cuentan con respaldo científico y pueden ayudarte si ya tienes bien cubiertos los básicos (alimentación, entrenamiento y descanso).
- Cafeína
👉 Mejora el rendimiento, reduce la percepción de esfuerzo y retrasa la fatiga.
✅ Dosis: 3-6 mg/kg 45-60 min antes de correr.
❗ No te pases: puede alterar el sueño o causar molestias si no la toleras bien. - Nitratos (jugo de remolacha)
👉 Mejoran la eficiencia energética, sobre todo en esfuerzos de resistencia.
✅ Ideal si corres por encima de 45’ y tomas durante varios días antes.
❗ El efecto es sutil, pero real. - Sales minerales (sodio, potasio, magnesio)
👉 Ayudan a reponer lo perdido por el sudor en entrenamientos largos o en calor.
✅ Útiles en rodajes de más de 90 min o en días muy calurosos.
❗ No sirven para todo el mundo ni sustituyen una buena hidratación.
🤷♂️ Suplementos con beneficios dudosos o contextuales
Algunos pueden tener sentido, pero sólo si tienes una necesidad concreta o lo indica un profesional.
- Proteína en polvo: útil si no llegas a los requerimientos diarios. No es necesaria si comes suficiente.
- BCAAs y glutamina: poco útiles si consumes proteína suficiente.
- Colágeno: su eficacia depende del tipo, dosis y contexto. Poca evidencia real.
❌ Suplementos que puedes ignorar sin miedo
- Quemagrasas: innecesarios, peligrosos y sin base sólida.
- Detox y “suplementos naturales” milagrosos: puro marketing.
- Multivitamínicos al tuntún: pueden causar exceso si no hay déficit real.
🧠 Consejo de “El Runedor”
“Antes de gastar dinero en suplementos, invierte en dormir más, entrenar bien y comer mejor. Lo demás es decoración.”
📌 Recursos útiles
🔗 Ayuno y running: ¿es buena idea?
🔗 Estrategia nutricional para el día de la carrera
🔗 Geles energéticos: cuáles tomar y cuándo